En los últimos años, la discriminación más extrema (Racismo) y abierta no está siendo reconocida como tal en las personas. Nadie te responde que es racista o machista, siempre lo niega, aunque diga “yo no cocino, que no haga ella”. A veces, es tan sutil que la persona no se da cuenta de que discrimina.
Swim menciona que el racismo sutil se caracteriza por 3 elementos:
1. Se niega que continúe existiendo discriminación contra minorías (“es mejor que la mujer se quede en casa”).
2. Hay una oposición a las demandas de grupos minoritarios como iguales (“adoptar una familia homosexual”).
3. Hay un malestar por los beneficios que se le conceden a grupos minoritarios o problema de las clases medias (“la mayoría de las casas de protección oficial les toca a los inmigrantes o gitanos”).
El racismo sutil no tiene tantas consecuencias como el abierto (“pegar a los negros las cabezas rapadas”).
Peores formas de racismo y discriminación
· Simbolismo: cuando una persona beneficia a un miembro de un grupo minoritario siente hacia él prejuicio (“contratan a un negro en una empresa, pero en un puesto bajo”). Este comportamiento sirve para querer justificar la discriminación, aunque no es justificable, con lo que estas personas no piensan en que tienen que reducir su discriminación (“yo no soy racista porque tengo un negro en mi empresa”, pero no dices que en el puesto más bajo). Esto puede tener consecuencias negativas si el negro se entera que está para cubrir el puesto de negros, no por su trabajo.
· Discriminación inversa: es la tendencia a tratar de forma más favorable a aquellos que pertenecen a un grupo social determinado (“los profesores exigen menos a los gitanos”). Esto tiene efectos negativos porque cuando dicho gitano pase a otro contexto puede fracasar o percibir que se le trata de forma discriminativa (antes no lo percibía). Podemos pensar que la discriminación positiva es una forma de discriminación inversa.
· Discriminación directa: hay 2 tipos o niveles de dicha discriminación:
- inhibición moral: cuando se le niegan las conductas de ayuda, compasión…En no hacer cosas que haríamos a otra persona que no discriminamos. Esto lo hacemos conscientemente (“yo no hablo con gitanos”).
- -Deshumanización: cuando consideras que las normas y leyes morales no son de aplicación para estos grupos minoritarios, creyendo estar legitimado a hacer conductas discriminatorias (“pegar a un inmigrante”).
Javier Aparicio Mercader es un psicólogo con una vasta experiencia y una sólida formación en múltiples áreas de la psicología. Con una carrera que abarca más de una década, Javier ha desempeñado roles clave como psicólogo escolar, clínico, forense, orientador, psicoterapeuta y psicólogo infantil. Su dedicación y compromiso con la profesión se reflejan en su profundo conocimiento y habilidades en cada uno de estos campos.
Durante los últimos 10 años, Javier ha trabajado incansablemente para mejorar la salud mental y el bienestar de sus pacientes. Ha acumulado una amplia experiencia, permitiéndole abordar una variedad de problemáticas con una perspectiva holística y bien informada. Su enfoque integral le permite proporcionar tratamientos personalizados y efectivos, adaptándose a las necesidades específicas de cada individuo.
Desde hace 5 años, Javier dirige su propio gabinete de psicología, donde lidera un equipo de profesionales altamente capacitados. Este equipo multidisciplinario trabaja en conjunto para ofrecer servicios especializados en todas las ramas de la psicología, incluyendo la atención a trastornos emocionales, conductuales y de desarrollo en niños, adolescentes y adultos. Bajo su liderazgo, el gabinete se ha convertido en un referente en el campo de la psicología, ofreciendo un entorno seguro y de apoyo donde los pacientes pueden explorar y superar sus desafíos personales.
Javier es conocido por su enfoque estratégico y su capacidad para establecer una conexión auténtica con sus pacientes. Su pasión por la psicología y su deseo de ayudar a los demás lo impulsan a mantenerse actualizado con las últimas investigaciones y técnicas terapéuticas. Esto le permite ofrecer intervenciones basadas en la evidencia que promueven cambios significativos y duraderos en la vida de sus pacientes.