La muerte con ansiedad en los países occidentales se concibe como un aspecto negativo. La muerte la ansiedad y la tristeza van unidas en sí. La ansiedad ante la muerte puede ser precedida por:
- La muerte acaba con la identidad de la persona.
- Desamparo de miembros queridos.
- La muerte es un cambio a los desconocido.
La relación de la ansiedad con la edad: a mayor edad, tienen menos ansiedad ante la muerte (más familiar, pensando sobre el tema, piensan más en ella y está más presente).
La ansiedad ante la muerte y satisfacción a la vida: Jóvenes: mayor ansiedad cuanto más satisfechos con la vida y adultos con menor ansiedad cuando están más satisfechos con la vida.
· Ansiedad y creencias religiosas: las personas religiosas muestran menor ansiedad ante la muerte. Aquellas personas que son creyentes, pero no lo practican muestran mayor ansiedad. Experiencia de la muerte de aquellas personas que saben que van a morir.
· Estudiar a enfermos terminales: para ellos, la muerte es un proceso donde ellos van viviendo hasta que llegue.
6 emociones de la muerte y ansiedad:
1) Actitud de negación: pensar que no es cierto lo que le está ocurriendo, niegan la realidad, también se puede dar en los familiares del paciente. Perjudicaciones: no hablar de los síntomas, de la enfermedad… “conspiración de silencio”.
La negación de la enfermedad impide que se compartan sentimientos y que el enfermo pueda arreglar relaciones perdidas, mal cerradas, etc.
2) En estos momentos, el paciente siente rabia e ira (“¿Por qué me ha tocado a mí?”).
3) Sentimientos de injusticia que se proyectan a personas cercanas.
4) Negociación: el enfermo intenta prometer algo para seguir viviendo o tener más intervalo de tiempo. Propone una meta o hitos e intenta negociar con la muerte. Esto también se puede dar en los familiares.
5) Tristeza y depresión: desea morir cuanto antes (“Que pase rápido”).
6) Aceptación: personas que aceptan aquello que les pasa e intentan aprovechar el tiempo para cerrar asuntos pendientes y disfrutar el tiempo que les queda.
Teorias Psicológicas de la muerte
1) Teoría de la desvinculación.
Contempla la disminución de la actividad social en la vejez como un proceso natural y adaptativo. La reducción de la vinculación con las otras personas es como un proceso adaptativo que nos prepara para la desvinculación última que es beneficioso, tanto para el sujeto como para la sociedad en su conjunto. Esta desvinculación se da porque el mundo social, como la jubilación, los mayores estén menos ligados a obligaciones. De este modo, cuando la persona muere, la sociedad no se resiste tanto. La liberación de las tareas de las personas mayores benefician a una renovación que las generaciones más jóvenes accedan a las cargas que tenían los mayores.
cummings & hanry. Proponen que el cortar las relaciones también es adaptativo de forma individual, porque ante una situación donde la persona tiene energía y capacidades son cada vez más limitadas para utilizar esa energía para uno mismo. Tendencia a la introversión (disminución de recursos de tiempo y energía que los utiliza preferentemente a sí mismo).
Desvinculación social e individual.
2) Teoría de la actividad.
Niega mucho de los supuestos de la teoría de la desvinculación por su vista optimista. La nueva teoría apoya que haya una disminución de la interacción social, pero niega que sea irreversible y deseada por la persona. La muerte y la ansiedad aquí van ligadas a la actividad social que tenga la persona.
Cuando se produce una disminución de la interacción se da muy a pesar del sujeto envejecido. Realizan 2 tipos de estudio:
– El bienestar de las personas: a más actividad que realicen, más bienestar muestran. (bienestar subjetivo)
– Estudios de intervención: miden el nivel de vínculos o actividades sociales llevados por personas mayores y propagar programas e intervenciones para la gente de la tercera edad. Miden antes y después de la intervención el grado de bienestar. Obtienen que las personas mayores más ocupadas tienen un nivel mayor de bienestar.
3) Teoría socioemocional.
Implica la teoría del ciclo vital donde incluye la capacidad de adaptación de las personas. Pone gran énfasis a la selección. Parte del hecho que a medida que envejecemos, los vínculos sociales descienden selectivamente, que afecta a los vínculos más superficiales. Sólo disminuyen las relaciones superficiales y aumenta el miedo a la muerte y la ansiedad. Los vínculos más estrechos permanecen intactos. En segundo lugar, hay allegados íntimos en que descendería su contacto y las relaciones superficiales tenderán a disminuir vertiginosamente. Nuestro círculo íntimo siempre queda estable.
Javier Aparicio Mercader es un psicólogo con una vasta experiencia y una sólida formación en múltiples áreas de la psicología. Con una carrera que abarca más de una década, Javier ha desempeñado roles clave como psicólogo escolar, clínico, forense, orientador, psicoterapeuta y psicólogo infantil. Su dedicación y compromiso con la profesión se reflejan en su profundo conocimiento y habilidades en cada uno de estos campos.
Durante los últimos 10 años, Javier ha trabajado incansablemente para mejorar la salud mental y el bienestar de sus pacientes. Ha acumulado una amplia experiencia, permitiéndole abordar una variedad de problemáticas con una perspectiva holística y bien informada. Su enfoque integral le permite proporcionar tratamientos personalizados y efectivos, adaptándose a las necesidades específicas de cada individuo.
Desde hace 5 años, Javier dirige su propio gabinete de psicología, donde lidera un equipo de profesionales altamente capacitados. Este equipo multidisciplinario trabaja en conjunto para ofrecer servicios especializados en todas las ramas de la psicología, incluyendo la atención a trastornos emocionales, conductuales y de desarrollo en niños, adolescentes y adultos. Bajo su liderazgo, el gabinete se ha convertido en un referente en el campo de la psicología, ofreciendo un entorno seguro y de apoyo donde los pacientes pueden explorar y superar sus desafíos personales.
Javier es conocido por su enfoque estratégico y su capacidad para establecer una conexión auténtica con sus pacientes. Su pasión por la psicología y su deseo de ayudar a los demás lo impulsan a mantenerse actualizado con las últimas investigaciones y técnicas terapéuticas. Esto le permite ofrecer intervenciones basadas en la evidencia que promueven cambios significativos y duraderos en la vida de sus pacientes.