El Prejuicio es una actitud, generalmente negativa, hacia los miembros de un grupo social, pero basado únicamente en la pertenencia. Es un juicio previo porque antes de conocer a una persona se juzga. Aunque tb puede haber prejuicios positivos (ej: los alemanes son trabajadores).
La discriminación es un comportamiento negativo.
El decir que el prejuicio es una actitud implica 2 consecuencias:
- Como toda actitud, funciona con un esquema cognitivo que nos ayuda a ordenar, a clasificar… la información sobre los grupos sociales. Prestamos más atención a la información más oportuna para el prejuicio, con lo que la recordamos mejor.
- Como toda actitud, no sólo incluye evaluaciones negativas, sino que también incluyen emociones, afectos… Negativos. Los componentes negativos del prejuicio están muy relacionados entre sí.
Estereotipo
El componente cognitivo del prejuicio es el estereotipo. Estereotipo = es la creencia que tenemos en que todos los miembros de un grupo comparten determinadas características y que actúan de una forma similar; éste puede no estar justificado (no tener base) o tener una cierta justificación (en los casos en que hay una cierta base y el estereotipo es erróneo por la sobregeneralización, como por ejemplo, en que todos los suecos son altos). Entre los grupos varían, pero entre los individuos del mismo grupo también varía. Para las diferencias dentro del mismo grupo no nos sirven de mucho el estereotipo; por eso, la mayoría de los estereotipos están equivocados porque las diferencias intragrupales (= entre diferentes grupos) son mayores que las diferencias intergrupales (= entre los miembros del mismo grupo).
Diferencias:
- heteroestereotipo» estereotipo que se tiene de grupos externos.
- autoestereotipo» estereotipo que se tiene del propio grupo. Esto sería el autoconcepto del grupo, por tanto, tendemos a tener una visión positiva del estereotipo.
Al pensar en el prejuicio, se suele pensar en las cargas emocionales, no en los prejuicios raciales-étnicos-religiosos, pero la verdad es que existe una relación muy estrecha entre el componente cognitivo (el estereotipo) y los componentes afectivos.
El componente cognitivo del prejuicio (el estereotipo) funciona como un mecanismo de ahorro cognitivo. Cuando nos encontramos con una persona que hemos estereotipado, nuestras actitudes y nuestra forma de percibir a esa persona saltan inmediatamente. Por eso, es tan difícil de eliminar un prejuicio, porque cumple una función cognitiva, es decir, una utilidad.
Experimento prejuicio y estereotipos
Para comprobar cómo los estereotipos ahorran recursos cognitivos, Mc Rae & colaboradores hicieron un experimento en el cual pidieron a varios sujetos que realizasen 2 tareas sin relación (la 1ª en formación de impresiones a través unas fotos y la 2ª en escuchar una cinta sobre Indonesia para después recordar tantos rasgos de personas que habían visto y que respondiesen a unas preguntas sobre lo que habían oído), sacando como conclusión que si los estereotipo sirven para ahorrar recursos cognitivos, entonces se activaría el estereotipo en la tarea de formación de impresiones y ésta tendría que tener más información porque ya que se ahorra en eso, en otros recursos no.
Javier Aparicio Mercader es un psicólogo con una vasta experiencia y una sólida formación en múltiples áreas de la psicología. Con una carrera que abarca más de una década, Javier ha desempeñado roles clave como psicólogo escolar, clínico, forense, orientador, psicoterapeuta y psicólogo infantil. Su dedicación y compromiso con la profesión se reflejan en su profundo conocimiento y habilidades en cada uno de estos campos.
Durante los últimos 10 años, Javier ha trabajado incansablemente para mejorar la salud mental y el bienestar de sus pacientes. Ha acumulado una amplia experiencia, permitiéndole abordar una variedad de problemáticas con una perspectiva holística y bien informada. Su enfoque integral le permite proporcionar tratamientos personalizados y efectivos, adaptándose a las necesidades específicas de cada individuo.
Desde hace 5 años, Javier dirige su propio gabinete de psicología, donde lidera un equipo de profesionales altamente capacitados. Este equipo multidisciplinario trabaja en conjunto para ofrecer servicios especializados en todas las ramas de la psicología, incluyendo la atención a trastornos emocionales, conductuales y de desarrollo en niños, adolescentes y adultos. Bajo su liderazgo, el gabinete se ha convertido en un referente en el campo de la psicología, ofreciendo un entorno seguro y de apoyo donde los pacientes pueden explorar y superar sus desafíos personales.
Javier es conocido por su enfoque estratégico y su capacidad para establecer una conexión auténtica con sus pacientes. Su pasión por la psicología y su deseo de ayudar a los demás lo impulsan a mantenerse actualizado con las últimas investigaciones y técnicas terapéuticas. Esto le permite ofrecer intervenciones basadas en la evidencia que promueven cambios significativos y duraderos en la vida de sus pacientes.