La llegada de un nuevo miembro a la familia suele traer consigo un sentimiento de celos. Los celos son una respuesta humana ante una amenaza. El niño cree que esta nueva persona va a acaparar más la atención de los padres, dejando de percibir amor y cariño.
Los celos es algo normal que existe entre hermanos. Los padres deben gestionar esta nueva situación con cautela, de esta forma serán algo pasajero. El problema está en que exista celos entre hermanos siendo estos más mayores. Cuando superan los 6 años estos celos entre hermanos suelen acaba r en importantes trifulcas.
Muchos padres comparan a sus hijos como forma de motivación entre ello. Los premios y otras condecoraciones no deben ser vista como elementos de superioridad. Si fuera así generarán sentimientos de sumisión y enemistad entre los hermanos.
Frente a la nueva situación familiar, los expertos sugieren involucrar a al pequeño en esta nueva situación. Mentalizándolo de que llega un nuevo hermano, y que podrá contar con el cuándo nazca, jugando y cuidándole.
Mantener la rutina del niño. Esta es la manera más sencilla de que nuestro hijo no se sienta desplazado por culpa de su “hermanito”. Mantener sus horarios de juego, comidas y actividades son la mejor manera.
Prestarle la atención que necesite el niño es importante,.Siendo algo complicado al comienzo debido a que él bebe necesita muchas atenciones. El niño puede ayudarte a cuidarlo, dejándole que lo toque y lo mime siempre con mucho cuidado.
Los conflictos entre hermanos son habituales, lo mejor que pueden hacer los padres es no intervenir, es mejor que lo solucionen entre ellos (evitar efecto posicionamieto) y si tienen que solucionarlo, escucha a ambas partes y no te decantes por ninguno de los dos.
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