6 Claves para conseguir que tu hijo duerma solo
Cuando nuestros hijos duerman solos, no solo es beneficioso para el descanso de los padres, sino también para el beneficio intelectual de nuestros pequeños.
Lo normal es que pasado su primer año de vida, los niños duerman en su propia habitación. Sin embargo, muchas veces este paso se prolonga en el tiempo, lo que hará que nos cueste más acostúmbrarle a que duerma solo. Hay niños de 3 a 6 años que reclaman a sus padres cada noche, que se niegan a conciliar el sueño solos o que insisten incluso en compartir la cama con sus padres, lo que tiene como consecuencia el deterioro del descanso de los miembros de la familia.
En nuestra experiencia profesional, nos encontramos múltiples casos de niños y pre-adolescentes que quieren dormir en la cama de sus padres. Es un hecho que les da seguridad, cariño, protección y les aleja de los malos sueños… pero a la larga les resta autonomía, genera problemas de autoestima y les puede causar dificultades en hechos tan cotidianos como dormir una noche fuera de casa o ir de campamento.
A continuación os presentamos 6 claves para conseguir que vuestros hijos duerman solos dese la psicología infantil:
- Lo primero es mantenerse firme una vez se ha tomado la decisión de que duerma solo y pesar de observar comportamiento alterados aguantar al menos 15 días firmes.
- Intentar que su habitación sea un lugar que le guste, donde se sienta bien. Haz de ésta una estancia acogedora, con sus juguetes y cosas para que se sienta seguro. Es importante antes de dormir que tenga un ritual placentero.
- A la hora de ir a la cama, acompañarle y quedaros uno de los dos con él un rato leyendo un cuento. Pero, ojo, vete antes de que se quede dormido. Si se duerme sabiendo que estás a su lado, te reclamará si se despierta a media noche.
- Una luz quita-miedos puede ayudarle a estar más tranquilo.
- Si se levanta y va a vuestra habitación, hay que devolverle a su cama sin mostrar gestos de preocupación emocional.
- Al principio del proceso probar con un juego de recompensa. Cada noche que duerma solo tendrá un “premio” (un alago, un abrazo, una caricia). También recordarle lo feliz que os hace que se haga mayor y lo orgullosos que estáis de él.
0 comentarios