Manías y obsesiones en niños ¿Qué hacer?

De vez en cuando por la consulta y fuera de ella me topo con algún niño cuyas manías o hábitos se han convertido en una obsesión. Por lo general en mi experiencia cómo psicólogo infantil en Cartagena he tenido algunos casos y la mayoría se resuelven con dos sencillas prescripciones:

Conjura del silencio: Evitar hablar del problema bajo cualquier situación. El mero hecho de comentarlo, hablarlo o preguntar alimenta el problema. Muchas veces, los padres suelen hablar mucho de ello y lo convierten en el centro de conversación  familiar. Dejar de desarrollar este guión quita importancia, y hace que disminuya la consciencia del mismo.  Siendo claros, cuanto más hablamos de una preocupación más nos preocupa, si lo callamos un tiempo la preocupación disminuirá sola.

 Ritualizar el ritual y prescribirlo: A lo largo del día el padre o madre invitará al niño a realizar el rito voluntariamente y delante de él durante un minuto (Unas 4 o 5 veces al día). Igualmente, cada vez que el niño ejecuta el rito fuera de los espacios programados, el padre o madre, si está presente, deberá pedirle que lo realice durante un minuto exacto delante de él. Esta técnica adopta un tipo de lógica especial: la prescripción es un contrarritual terapéutico mediante el que el padre domina la obsesión, de forma que sobre el descontrol tomamos el control. Hasta que en un momento la obsesión y las compulsiones se vuelven controlables, y el niño deben dejar de hacer todas estas tareas o reducirlas.

De una forma natural prescribiendo el ritual y añadiendo conjura de silencio, algo tan tedioso cómo una obsesión en un niño, se acaba convirtiendo en algo saturante sobre lo que adquiere control y que el niño deja de hacer a voluntad.

By Psicólogo en Cartagena


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